Por una petición que me llegó al Ask, procedo a dedicar este post a los masajes eróticos.
Lo primero que hay que preparar para un buen masaje...es el ambiente, es decir, el resto de estímulos sensitivos aparte del tacto, del que ya nos ocuparemos con el masaje en sí. A menudo durante el masaje se cierran los ojos y se intensifican los demás sentidos, de ahí que debamos centrarnos en todos, para después centrarnos en las técnicas del masaje en sí.
Sentido de la vista
Aunque en principio puede que la masajeada cierre los ojos, siempre se asoma un resquicio de luz en cualquier descuido, además aún con los ojos cerrados tendemos a imaginarnos la habitación y es bueno haberla visto previamente para imaginarla como nosotros queremos.
Usar una venda en los ojos también puede ser muy excitante y potenciar el resto de sentidos. Por todo ello, hay que conseguir una luz tenue de colores cálidos. Podemos conseguirlo de distintas formas:
-Velas
-Lampara con una tela roja o naranja por encima (con cuidado de que no provoquemos un incendio no esperado)
Sentido del olfato
-Poner incienso o velas aromáticas ayuda a un contexto de relajación. Eso sí, mejor no pasarnos en intensidad y saber primero las preferencias de nuestra chica, pues a muchas personas les desagrada el incienso e incluso les marea. Así pues, apuesta por olores suaves, frescos y siempre teniendo en cuenta las preferencias de la interesada.
-Otra buena idea es utilizar un aceite de masajes con algún tipo de aroma, pero sobre el aceite ya volveremos.
Sentido del oído
Nada como la música para crear ambiente. Elegir la música perfecta es difícil, más cuando tenemos que conseguir que la persona se relaje, ¡pero que no se duerma!
Sentido del gusto
Podemos incorporar al masaje ciertos alimentos afrodisíacos o no afrodisíacos. Una bebida fría, con burbujas y algo de alcohol, como el champaigne, si es que le gusta; la omnipresente nata, con o sin fresas. Depende mucho de qué le gusta y qué no. Pregunta si tiene alguna alergia a algo, o podrás meterte en un buen lío. También es buena idea comer tú algo que te deje un buen sabor en la boca, chicles de fresa, menta etc...
El sentido del tacto
Para empezar tenemos que tener que acomodar a la víctima, los cojines, edredones, etc... deben ser también escogidos con cuidado y debemos asegurarnos de que no tenemos miedo de manchar nada, porque eso corta el rollo en pleno acto.
No sólo es importante que la persona que lo va a recibir esté desnuda, sino tú también, pues no hay nada más excitante que el contacto de la piel con la piel.
Elegir un buen aceite es fundamental. Debe ser fluido y liviano. Hay algunos que son comestibles, pero suelen ser demasiado pegajosos. Tambien se puede usar hielos, pero yo lo recomiendo más para verano que para estas épocas. Y haced cuidado de mi experiencia, el hielo JAMÁS lo paséis por el tesorito. Se puede quedar pegado...duele.Mucho.
Las técnicas del masaje
Existen varias y yo recomiendo mezclarlas e insistir en la que veamos que más reacción positiva produce. Algunas de estas técnicas son:
-El masaje normal y corriente. Es decir, acariciar con nuestras manos su cuerpo, haciendo especial énfasis en las zonas erógenas, como por ejemplo: orejas, nalgas, la cara interior de los muslos... Si no lo hacemos así, podemos provocar que la susodicha se duerma y ¡¡ese no es el objetivo!!
-Masaje cuerpo a cuerpo: consiste en masajear su cuerpo con el tuyo. No solamente las manos pueden ser nuestra herramienta, sino también cada parte de nuestro cuerpo, especialmente los labios y nuestros pechos. Acariciar su espalda con nuestros pechos, o sus propios pechos y tesorito suele dar unos resultados espectaculares.
Recorrido
Normalmente se empieza colocando a la persona boca abajo. Se puede empezar desde el cuello , las orejas e ir bajando por hombros, espalda... El masaje provoca una concentración de la sangre en la dirección de las caricias, por eso nos interesa que la sangre se concentre en su sexo, de ahí que se masajee desde el comienzo al FINAL de la espalda. Cuando llegamos donde la espalda pierde su nombre, debemos centrarnos especialmente en las nalgas y las caras interiores de los muslos, como si fuéramos a meter mano directamente al asunto, pero sin hacerlo. Crear expectación y dejar con las ganas sube la intensidad del deseo. Estiramos las piernas, llegamos a los pies, otra zona erógena por excelencia, sobre todo entre los dedos.
Una vez terminada esta fase, pedimos a la persona que se dé la vuelta. Las axilas, sin llegar a hacer cosquillas, son otro punto erógeno. Por supuesto los pechos y seguimos bajando. Todo buen masaje erótico tiene como punto culminante la masturbación o el sexo oral.
Herramientas
Además del aceite, los sexshops venden unas plumas que dan mucho gustito. Son suaves, pero sin llegar a hacer cosquillas. Suelen tener más éxito si la persona lleva una venda en los ojos.
Conclusión
Recordad que cada persona es un mundo, que hay técnicas que no funcionan con todos. Por ejemplo, una persona que tenga muchísimas cosquillas, requerirá unas caricias mucho más intensas, que una persona que no tiene esa sensibilidad. La inteligencia emocional, el ir viendo qué es lo que causa más excitación y aquello que pasa inadvertido es cuestión de fijarnos en sus jadeos o su respiración.
Y hasta aquí la lección de hoy, volveré con otro post sobre posturas, una petición que también me llegó a través de Ask. Así que... ¡A PRACTICAR!
Continuará...