Los buenos hábitos no deben perderse, y como yo buenos no tengo, me quedo también con los demás. Este post, el primero de Barrio Lésbico en esta mi nueva casa, se lo tengo que dedicar a varias personas. A Miguel, de Guatemala, que me escribió pidiendo que por favor volviera a hacer esta sección. A Jungle y a Ricardo, porque es para solucionar una duda de ellos (por cierto Ricardo, no me sé tu blog...dejámelo por ahí anda) y a La bruselina que es la experta que me ha asesorado.
Los piercings ya sabemos que son toda una subcultura. Vienen de muy antiguo, aunque es difícil datar qué cultura fue la primera en utilizarlos. Una cosa me ha llamado la atención... existen en culturas muy diferentes sin contacto alguno, como los Egipcios, Romanos o cambiando de continente los Mayas y Esquimales. Las mujeres romanas se perforaban los pezones para engancharse la toga y de paso para realzarlos más. En los esquimales representa el paso a la madurez de los varones. Y así un largo etc...
¿Qué pasa con el piercing del clítoris? La bruselina me ha aconsejado sobre esto. No sólo ella lo lleva (ejem) sino que se dedica a hacer piercings y tatuajes (que conste que además tiene carrera universitaria y todo...pero no en piercings, claro). Hay dos tipos de piercings que pueden realizarse en el clítoris:
Tarda en cicatrizar de 6 a 8 semanas y cicatriza muy bien. No suele infectarse si una tiene un poquito de cuidado con la higiene. Tened en cuenta, eso sí, que mientras cicatriza las relaciones sexuales deberán ser cuidadosas o inexistentes. Es relativamente poco doloroso (palabras textuales) y multiplica la sensibilidad y, por tanto, la intensidad y duración de los orgasmos.
También hay otro tipo de piercing que no se pone en el clítoris, pero sí dentro de lo que viene a ser la anatomía del tesorito. En las civilizaciones antiguas era signo de castidad, será porque parece como un candado...Es el piercing de los labios menores:
Ya me diréis si he disipado alguna duda.
CONTINUARÁ..
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