Episodio 5x05: La cita

Este fin de semana era el FIN DE SEMANA. La Bruselina venía a "follarme bien follada", con sus botas altas de cuero, con su mono de cuerpo entero negro, con las esposas y no sabía cuántas cosas más que habría pasado por la aduana para asombro de quién viera sus entresijos...La distinguí en la distancia nada más verla. Caminaba tan segura de sí misma que me sorprendía que no hiciera agujeros en las baldosas del suelo. Se contoneaba al compás de su sonrisa y yo sentí un escalofrío de miedo que me recorrió todo el cuerpo. Apenas pude moverme cuando se agachó a darme dos besos. Su mirada me desafiaba desde el primer instante y yo quería salir conrriendo, aunque me había prometido a mí misma que no lo haría, que era una experiencia que debía agregar a mi vida.

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Antes de darme cuenta estábamos en la habitación del hotel y ella estaba abriendo su maleta en busca de Dios sabe qué. No quise mirar mientras se cambiaba, demasiado vergonzosa. Pero oía claramente el reír de cremalleras, de muchas cremalleras. Supe que había terminado de atrezarse porque me dijo:

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-Me encantas

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Era el pistoletazo de salida, no había camino de retorno. Cuando la miré me pareció simplemente salvaje. Una locura de curvas marcadas por tatuajes y unos incivilizados ojos verdes que se me clavaban en la piel. Me agarró de la mano y como si fuera una niña me llevó a la cama, donde acabaron las contemplaciones. Me empujó levemente, lo suficiente como para hacerme perder el equilibrio, y caí bocarriba indefensa...

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¿Sigo? Mejor no, que nada de eso es cierto y es todo ficción, que no quedé con la bruselina, que hace más de una semana que no me conecto y no hablo con ella. Aunque he quedado con una chica este próximo miércoles a través del chueca.com, una chica de aquí de Zaragoza, a ver si ya me voy integrando un poquito en el ambiente.

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CONTINUARÁ...

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