Episodio 6x34: Qué perra soy

Tengo un poco el blog abandonado, perdónenme ústedes. Es que he estado un poco malita, pero me he ido con los cuidados de la friki-mama, que son milagrosos. En estos días como novedades... tengo que me voy de viaje de fin de curso con los chavales, la primera vez que voy a vivir esa experiencia (cagada me hallo, que son... menudos). Encima un profesor que es así jovencito me lleva "cortejando" ya un tiempo. Casualidades de la vida (o no) se viene conmigo al viaje de fin de curso y no sé si me dan más miedo los críos, él o yo.

Hace un tiempín hizo un año que Chica-Tren y yo nos conocimos en aquel AVE, así que fuimos a celebrarlo en nuestro "sitio", un restaurante de estos exóticos y baratos, donde se come de tapeo extranjero y donde sales oliendo a fritanga. Encantador y encantadora ella, como siempre. Pues no ha llovido desde que llorábamos juntas delante de Lost, esa serie que salvó tantas de mis noches y en realidad no ha pasado tanto tiempo.

Después, se ha debido correr el rumor entre los chavales que soy así como la profe-consejera del instituto, porque cada vez que una chica cree que está embarazada ¡viene a contármelo a mí! Y digo yo...¿para qué está la psicóloga del centro? Si yo tengo la misma inteligencia emocional que un zapato. De hecho, cuando lloran, me pongo tan nerviosa y tan incómoda que empiezo a hacer chistes sin gracia y claro, lo jodo no sabéis cómo.

Chicaqueseechaallorarenmediodeunexamen: Buaaaaaaaaaaaaaaaah

Yo: Pero ¿qué te pasa?

Ella: ¡Que me he quedado en blanco! Buaaaaaaaah
Yo: Bueno, bueno... yo te veo morenita je je je.... ji ji... jo jo.. hum...¿no te hace gracia?

Ella: Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah
Yo: Bueno, mujer, ya sé que el chiste era... para llorar. ¿Lo coges? Para llorar
Ella: Ayyyyyyyyyyyyyy

Hoy delante de mi puerta del despacho ha aparecido otra llorosa, de esas a las que no sé quién les ha debido decir que conmigo se puede hablar y que vengan a contarme sus problemas. Nada más verla llorando, ahí delante de mi puerta, como Moisés pero sin canasta, he procedido con la suavidad que me caracteriza:

Yo: Ay, Dios mío, ¡estás preñada!


Lo siento, pero es que me ha salido del alma. Pero no, lo que le pasaba es que el novio la ha dejado. Y yo me he quedado con cara de... ay, lo siento, normalmente te llevaría de borrachera, pero como eres menor, me he quedado sin recursos. Y bueno, le he hecho un pequeño compendio de los pasos que debe seguir para que lo supere (sí, he borrado como siempre la parte de "tírate a todo lo que se mueve" que normalmente es lo que hago yo para superar estas cosas, ya os dije que no estoy muy segura de mi inteligencia emocional).

Han salido las notas de la UNED y llevo un 7 y un 10, peeeeeeero falta  mi bestia negra y creo que ahí se va a acabar la buena racha. 

Y ya.

CONTINUARÁ...