Me mira directamente y me pide suavemente que me quite la camiseta y lo que se esconde debajo. La miro con descaro:
--Tranquila, estoy acostumbrada. Pide lo que quieras... -- me atrevo a decir
--Con eso bastará, de momento...
La temperatura empieza a subir. Ven aquí - me dice y yo sumisamente accedo. No, espera, así. Ponte así. Y comienza a hacer lo que mejor sabe. Y yo ... yo no pienso. Simplemente me dejo llevar, por una vez, sólo por una vez, me dejo en las manos expertas de alguien.
Aprieto un poco los dientes. Ojalá no me lo note. Hum... te va a doler un poco, pero muy muy poquito..confía en mí...Estoy a punto de soltar un gemido que resonaría en el eco de los siglos, pero me censuro. No tengo tanta confianza para perderme hasta tal punto, aún no, al menos.
Pero tranquila, relájate, estás tensa...--prosigue. Yo miro sus ojos verdes y no me salen las palabras.
Terminó más rápido de lo que hubiera imaginado. Y así fue mi primera mamografía. Una experiencia altamente recomendable.
Terminó más rápido de lo que hubiera imaginado. Y así fue mi primera mamografía. Una experiencia altamente recomendable.
CONTINUARÁ...