Por qué soy una desgraciada

Esta historia narra un episodio pasado que ha venido a mi memoria porque se produjo por estos días en una oposición anterior. Yo había ido a Provinciaquetocabaeseaño a examinarme de la parte práctica (la que tengo el martes que viene). Yo por aquel entonces tonteaba con una chiquita y estábamos en esa fase inicial de salir. Noté algo extraño y a pesar de mi falta de intuición sabía que algo olía a podrido en Dinamarca y llegaba hasta mí. El caso es que yo estaba nerviosa por la opo y encima más mosqueada que un pedo en un jacuzzy con ésa. Así que yo busqué que se comunicara conmigo, que me dijera qué estaba pasando... y ¡vaya si lo conseguí! Vamos, que me dejó a unas horas de entrar a hacer la exposición delante de cinco tipos que daban un poco de miedo.

Por supuesto, dada mi mesura, me dediqué a pegar gritos como una histérica en la habitación del hotel, mientras la pobre Ox, pensaba en cómo inmovilizarme para que no me autolesionara o algo de eso. El caso es que mi primer impulso fue... a tomar por culo la opo, yo me vuelvo a mi casa a meterme en la cama y a que mi madre me diga que toda la culpa seguro que ha sido mía. Pero llamé a casa y mi madre me dijo: Déjate de tonterías y vé a hacer lo que has ido a hacer. Y con el rabo entre las piernas, los ojos hinchados y la pobre Ox empujándome... llegué allí. Ni qué decir tiene que yo no estaba a lo que estaba. En la encerrona de hecho en lugar de seleccionar material me dediqué a mandar sms para intentar aclarar algo. Pero nada. Como decía mi madre, hice lo que tenía que hacer y Ox y yo nos volvimos a Ungraceland.

Cuando llegamos a la estación de Atocha, yo seguía gimoteando. Más muerta que viva porque encima llevaba un mes de opo que telita... Así que la Ox me dejó un segundo y me dijo: Quédate aquí, vuelvo rápidísimo, voy a sacar los billetes de tren. Hasta ahí todo normal. Pero... se me acercó un chaval así de veintitantos, como yo:

-Oye, perdona tía, que eshh que me falta cash pa sacar un billete. No me podrías presshtar algo, lo que puedashh..

Y ¿qué respondí yo?

-Pues... buahhahahahah, snif, buahhhhhh, snifsnifsnif...buahhhhhh (mocos, lágrimas y demás fluidos)

(Algo así fue)

-¡¡Tía, perdona!! ¿Qué no tienes dinero tú tampoco? No te preocupeshh, mira, yo tengo aquí unas monedashh que he recolectao. Toma, toma, cógelas.

-No es eso...

-¿Qué te pashaa, colega?

-¡¡Qué me han dejado!!

-Ostiá, qué mal rollito, nena. Ay, si yo te entiendo. A mí me ha pasado algo parecido, no te creashh.

A todo esto, la Ox me visiona entre la gente y qué ve. Pues algo así:

Porque yo en medio de mi desconsuelo pues me había tirado a los brazos del yonkie. Porque sí, era una yonkie que pedía pa drogas, eso sí, un yonkie mu majete. Y claro la Ox ¿qué pensó? Que me había encontrado con un amigo o conocido, claro. Pero cuando empezó a fijarse en la ropa y pintas del tío en cuestión comenzó a sospechar y la ví que desde la distancia me miraba tal que así:

"¿Qué coño...?"

El caso es que ya con los billetes de tren en la mano se acercó prudentemente. Y yo le dije: Ox, saca dinero anda, que este chico necesita pasta. Y Ox se empezó a oler lo que ocurría y su cara pasó a :

"¡Hijo de p...aparta tus manos de ella!"

El chico dijo que nada de dinero, y de hecho se llevó la mano a los bolsillos y me quiso entregar todas las monedas que tenía. Yo le dije que ni hablar,y le solté todo el cash que teníamos encima. Me abracé por última vez a él y le dije de todo corazón: GRACIAS.

-No te preocupesh tía, que esto nos pasa a todos y luego se te pasa - y mirando a la Ox le dijo -Cuídala eh, tronca?

-.... - la Ox sólo le dirigió una mirada amenzante en plan: ¿Me lo dices o me lo cuentas? Y fue todo el camino farfullando cosas como: peroesquemiraquetienesmaníadehablaratodoelmundo, cagontoloquesemenea notepuedodejarsola...

Y así, es como conseguí llegar a casa, meterme en mi cama con mi manta de los disgustos (un vaso de bourbon y un par de valerianas...) y desperté 24 horas después... tras lo cual... seguí durmiendo. En algún momento recuerdo que mi padre entró y me puso el dedo en la nariz para ver si respiraba. Pero no tengo muy claro cuántas veces lo hizo...

Y esta es UNA de mis historias desgraciadas...

CONTINUARÁ...

PD: Espero que este año sea más tranquilo...