Relaciones de "fábula"

Ayer hablaba con mi querida DescubreLes que en las relaciones es igual que en el crudo reino animal: existe una cadena alimenticia ordenada jerárquicamente.

A veces el dulce conejito se enamora de la víbora. Sí, sabe que es peligrosa y sus demás amigos "conejos" le advierten que no le hace ningún bien. La víbora es egoísta, tiene una lengua viperina que no duda en sacar cada vez que se enfada y rara vez demuestra algo de calor. Es un animal de sangre fria, es su naturaleza. Si el conejito le dice: Chati, no me hagas sufrir así - la víbora no tiene reparos en señalarle: Es tu problema, ya sabías cómo era cuando me conociste.

El curso de la naturaleza es inviolable, así que un buen día, el menos esperado, la víbora se traga de una vez al conejo y para colmo lo vomita después con desprecio. Primero te hago polvo y después de abandono a tu suerte. Pero ahí... no termina la CADENA. El conejito se va y entra en escena... el ave rapaz.

La víbora se enamora del ave rapaz y le pone ojitos. El ave rapaz juguetea con la víbora, le echa la garra, se dan un par de revolcones y la víbora pierde toda su frialdad, su lengua viperina y por perder pierde hasta la dignidad.

El problema no es darse cuenta de que eres el conejito. El verdadero problema es cuando te enteras de qué eres. Eres la puta: