Culturales: Historia de la sexualidad vía Desgra (Editado)

Quiero contaros algo, datos que todo homosexual debe saber, sea gay o lesbiana.

La palabra "homosexual" para designar a quién mantiene relaciones sólo con su mismo sexo, es relativamente moderna. (Editado gracias a Anónimo) El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-Maria Kertbeny, pero fue el libro Psychopathia Sexualis de Richard Freiherr von Krafft-Ebing el que popularizó el concepto en 1886. Consideraban la homosexualidad como una tendencia antipatriótica, pues empañaba la imagen del alemán ario, fuerte, masculino, y el de la mujer sumisa procreadora de más alemanes puros. Anteriormente a esa fecha, no existe palabra que haga referencia directa a la homosexualidad como una CONDICIÓN. En todo caso, aparece la palabra "sodomita" para designar a aquel HOMBRE que se deja penetrar por un varón, pero no únicamente, disfrutando también del sexo con mujeres.

¿Quién es el primer o la primera persona en tener prácticas homosexuales documentadas? Pues en Occidente la primera que yo conozco es la Ilíada (s. VIII a. C), donde Aquiles tiene un amante llamado Patroclo. Aquiles también tiene relaciones durante la guerra de Troya con mujeres y ambas cosas no se consideraban para nada incompatibles.

De hecho, había una palabra (la desconozco, pero sé que existía) que venía a ser nuestro insulto "maricón/a". Sin embargo, se dirigía a todos los HOMBRES que tenían relaciones sólo con un sexo, independientemente del que fuera. Es decir, que un hombre que sólo se acostaba con mujeres: era maricón. El amor, el eros griego, era un eros bi-sexual.

Lo normal para un HOMBRE adulto era tener una mujer con la que procrear y un amante joven, al que enseñarle las artes amatorias e instruirle. De hecho, en la educación griega, uno de los profesores, el que les enseñaba sobre los 12 años, tenía también la obligación de "sodomizarles" (con su consentimiento) para enseñar al ya adolescente a ser un buen amante y disfrutar del sexo carnal, como un placer más de la vida. 

Los griegos eran misóginos (palabra griega, por cierto). En general consideraban que la mujer era inferior al hombre, aunque necesaria. Necesitaban hijos que fueran a las guerras. Pero el amor más puro era el homosexual, puesto que era el amor que se daba como un fin en sí mismo, no como medio de procreación. Asímismo, ¿quién te iba a amar mejor que aquél que luchaba codo con codo contigo en la batalla y arriesgaba incluso su vida para salvar la tuya?

La homosexualidad femenina... ni siquiera se consideraba. Las mujeres eran posesiones, recluidas en la cocina o en el Gineceo, únicas estancias de la casa que les estaba permitido pisar en ausencia de su marido y sus hijos varones. Lo que hicieran ellas allí... no lo sabremos nunca, sólo la versión políticamente correcta (coser, hablar, cantar...). 

Y de repente aparece una tal Safo. Una mujer ¡instruida! En una época en la que sólo se educaba a las mujeres que se dedicaban a la prostitución: las hetairas. ¿Por qué? Pues porque las hetairas eran las que animaban los banquetes, cantando, bailando, recitando poesía y siendo capaces de mantener conversaciones inteligentes (no había tele, ni djs). El amor intelectual era el preludio del amor sexual extramatrimonial. Y, como digo, de repente Safo.

Safo estaba casada. Dicen que abandonó a su marido, quién pudiera haberla instruido y enseñarle a escribir , a leer, a componer... Aparece en la isla griega de Lesbos con un concepto novedoso. Una escuela de mujeres. ¿Dónde estaba el público? Safo sabía que puestos a casarse, los varones preferirían hacerlo con una mujer que tuviera otras habilidades aparte de la maternal. Los padres acogieron (en un principio) la idea con entusiasmo. Para atraer al varón más rico de la ciudad como yerno, sólo tenían que cuidar el aspecto de sus hijas y prometer al susodicho que antes de la boda, le pagaría una estancia en la Escuela para aprender a leer, a cantar, a danzar, a coser, a amar... Una esclava ideal.

Pero en la práctica, la Escuela comenzó a causar recelos. Las mujeres que se cultivaban... eran más atractivas, pero también más independientes, más inteligentes, más contestatarias...Y las iras comenzaron a descargarse contra esa tal Safo, que creía que las mujeres podían ser algo más que SUS mujeres. Los poemas que tiempo atrás suscitaban admiración, eran ahora motivo de burla. Se intentó descalificar a Safo y a todos los poemas que escribía. ¿Amor decía? Eso no era amor, era sexo y un sexo ¡entre mujeres! ¿A qué fin? 

El cristianismo acabó consumiendo sus versos, y de ella sólo nos han llegado algunos poemas sueltos, muchos incompletos y la referencia de autores como Aristóteles, que admiraban sus versos A PESAR de ser mujer.

¿Cómo se pasa de esa civilización a la cristiana? Pues el imperio romano, fiel a todo lo anteriormente expuesto, absorbe y conquista  Grecia..., y tiempo después.. se desmorona. Todo se viena abajo. Los bárbaros atacan, los sometidos se rebelan y quieren independencia frente a Roma y comienzan a reunirse y a tramar la rebelión. Entre el miedo, se aferran a un único Dios, que los protege, que les promete el cielo tras su existencia miserable, que condena a los opulentos y ricos, que destila amor por las minorías más explotadas. Con el tiempo, hace falta algo más.. hace falta que ese Dios venga a la Tierra y prometa que todo saldrá bien, a pesar de los miles de muertos en las batallas, de las pestes y nuevas enfermedades que traen los bárbaros, de la alta mortandad infantil... Hay que asegurar la especie...y el matrimonio se hace la vía más útil para ello. Sin ciudadanos no hay Imperio. 

Y estarás pensando... qué rollazo me ha soltado