Los romanos solían construir sus edificios importantes, como los templos, encima de los cimientos de otros antiguos y desaparecidos edificios. Creían que era una forma de atraer a la fortuna sobre la nueva construcción, aunque era difícil conseguir que a su vez la base estuviese llana...A pesar de ello, muchos de sus edificios aún se mantienen en pie, escondiendo en sus irregularidades un pasado aún más remoto.
Podía haber empezado a escribir en otro blog, con otra dirección, otro nick quizás... pero realmente no creo que sea posible, ni deseable, empezar de cero. Porque simplemente a veces no es posible, porque cuando algo o alguien tiene ya un recorrido de importante magnitud, no se puede borrar lo que ya se ha absorbido. Y yo soy mi antes, más que mi después, que todavía es no nato.
No sé si habré conseguido cambiar algunas de las disposiciones de la configuración como yo deseaba. Estoy algo oxidada en conocimientos de blogger, no obstante mi intención es deshabilitar los comentarios y las estadísticas de las visitas. No porque no me interese vuestra posible opinión, sino porque prefiero sentir la sensación de estar hablando únicamente para mí, cosa que a lo mejor hago, pues no sé si realmente va a existir un "vosotrxs" que me lea.
Estoy entrando en una etapa y creo que necesito, como tantos años he hecho, aferrarme a las palabras para comprender los pensamientos. Un camino que parece inverso a lo esperable, pero que a lxs que escribimos a menudo, se nos ha revelado como una vía de autoconocimiento y reflexión. Creo que estoy entrando en la etapa de la madurez y no sé si estoy preparada. Llega un momento en el que ya nos hemos comido la noche, hemos confundido la alegría con la felicidad y valoramos más un beso de buenos días que un cuerpo de buenas noches. Y no es fácil, sobre todo cuando se ha escogido,o nos ha tocado una forma de vida no convencional...
Hoy he tenido un sueño, creo que estaba en mi ciudad, aunque las calles eran imaginarias. Era primavera, o tal vez casi verano, pues aunque no hacía calor, los días eran más largos y nadie llevaba ropa de abrigo. No sé si trabajaba o estudiaba por las mañanas, sólo sé que por la tarde iba a un bar pequeño, rancio, de clientela mayor y fija, dónde me conocían y gastaba mis horas entretenídamente, aunque no sepa muy bien en qué. Vera se trasladaba a mi ciudad y encontraba un piso maravilloso, dentro de una especie de bloque de edificios cerrado, como un centro comercial, con jardines en su interior. Yo trataba de tener una relación más estrecha con ella, aunque sin demasiada intención, aunque ella estaba ocupada entre la mudanza y asuntos personales. Nos tomábamos algo en el pequeño bar y había alguien más con nosotras, antigua amiga en común, que no sé en realidad identificar, pues su imagen se ha borrado y sólo queda de ella mi sensación. Se marchaban y yo me quedaba haciendo esas cosas tan interesantes o no, pues no recuerdo. Al rato, Vera volvía buscándome, esperando que yo estuviera ahí y empezábamos a hablar. Acabábamos besándonos y al despertar tenía esa sensación que se tiene cuando se sueña así con alguien. Por supuesto sé que estos sueños nunca son lo que parecen, ni tienen gran importancia, pero son bonitos. Le he escrito a Vera en su facebook que he soñado con ella, sin entrar en detalles, era lo menos que podía hacer después de besarnos.
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