Episodio 5x26: Mis ángeles

He estado de baby-sitter este fin de semana. Mis babys eran mi abuela y mi angelito, que no lo he dicho nunca, pero es síndrome de Down. Las dos llevan conmigo y yo con ellas desde que nací. El angelito fue mi hermana mayor cuando yo era peque, ahora soy yo su hermana mayor y ella es mi pequeña. Mi abuela fue madre, padre, amiga, profesora.... De hecho me enseñó a leer antes de que fuera a prescolar. Cuando llegué con tres añitos al cole, yo ya sabía leer. Había aprendido gracias a mi abu y gracias a Alicia en el País de las maravillas y Viaje a la Alcarria. Sí, ya sé, ¡qué lecturas tan dispares! Supongo que fue lo que encontró.

Estos días las he lavado, peinado, vestido y dado de comer, justo lo que hacían ellas por mí hace años. Mi abuela ya no es la que era, está muy mermada, física y mentalmente. No es que se le vaya la cabeza, que no se le va ,pero se le ha agriado el carácter. Me dijo que adónde iba con mis vaqueros rotos, que si no me daba vergüenza. Hace un año de los mismos vaqueros rotos me dijo que eran una maravilla, que así no tenía tanto calor porque me entraba el aire por los agujeros...Eso resume en breves palabras el cambio que ha dado, después de un par de ictus y de varias caídas.

Cuando hace años le dio el primer ictus estábamos las dos solas en casa. Yo al principio no le hacía mucho caso a sus quejas, y es que a ella nunca jamás le había pasado nada. Ni siquiera se había tomado nunca una aspirina. Es una mujer fuerte, ya menos, curtida en la labranza del campo, en partos de más de un día (siete), en lidiar con un marido borracho y maltratador.

Desde que yo la conozco, nunca ha sido una mujer inteligente. Quizás porque sus facultades se atrofiaron debido a la vida que estuvo obligada a llevar. Le encantan las plantas y los animales, le encanta el dulce y los pasatiempos, le encanta dormir y pasear, aunque ahora tiene que ir con un un andador y ya pasea sin ganas. Cuando va al baño, deja el andador frente a la puerta, y si está contenta al salir empieza a cantar "Donde estará mi carro". Con el carro, por supuesto, se refiere al andador.

Hoy iba a estudiar cuando me he dado cuenta de que no tenía mi estuche. He llamado a casa para saber si me lo había dejado allí y así dejar de buscar. Estaba allí. Pero, conozco a mi madre como si yo la hubiese parido a ella, y ya cuando he ido a colgar le he notado una voz extraña. No pensaba decírmelo. Mi abue está ingresada desde ayer. Y yo.. aquí. Nada me retiene en Zaragoza, ya terminé mi sustitución. Sin embargo no he querido marcharme. He hecho de este lugar mi casa y mi pequeño refugio de estudio.

A veces, no me entiendo.

CONTINUARÁ...

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