Episodio5x28: El destino

No me pongo de acuerdo conmigo misma, ni con los grandes, ni con los de a pie. Me pregunto en muchas ocasiones si existe el destino. Mi razón me dice que no. Que sólo somos monos que se bajaron de un árbol, que por casulidades del entorno nos pusimos a hablar, nos hicimos listos y aprendimos a amargarnos la vida y a buscarle los tres pies al gato.

Sin embargo, luego pasan cosas y dices... : "será casualidad...¿no?" Pero la misma razón que me dice que no puede existir el destino me dice que hay casualidades que son demasiada casualidad, sobre todo cuando se repiten una y otra vez. Todo en este curso (yo mido los años en cursos) he sentido que mi vida ha emprendido un camino que yo no he elegido, pero que me parece que tiene un sentido. Y si tiene un sentido, un fin, es que hay algo detrás que lo ordena. Me explico.

En Agosto mandé a tomar por culo mi curro, que era una basura, pero era algo seguro y cómodo para estudiar mis famosas opos. A día 31 me voy, a día 1 empiezo en el cole de curas una sustitución de maternidad (cuatro mesecicos más o menos). Se termina la sustitución, ocurre algo que tambalea mi vida. Justo empiezo a reponerme para los exámenes de la uned. Los apruebo. Termino y me llaman de Zaragoza. A un mes de las opos, cuando las llevo fatal, se acaba la sustitución, justo a tiempo para ponerme a estudiar y hacer "algo". Mientras consulto las bases de la opo, me encuentro con lo de Hungría, que ya veremos si es o no es.

¿Todo es casualidad? La contrapartida es que una vez en mi vida sí que me creí total y absolutamente destinada a alguien y fue a Troya (Troya, hola, dale duro a las opos). Pero fallé. No era mi destino,ni el de ella, por más que hubiera noches como la de Sagres y abrazos sin camisa. (Rita, no te rías que te veo...).

Mi madre cree que sí, que desde que nacemos todo lo que nos pasa está determinado, pero Ox no quiere creer eso, porque dice que entonces donde coño queda la libertad de elección, que se niega a pensar que su libertad es una ilusión y somos robots programados por el universo. Los estoicos la hubieran contestado que uno no es libre para elegir lo que hacer, pero sí es libre para elegir cómo sentirse por ello. Lo que te ocurre no depende de ti, depende de ti lo que quieras sentir al respecto. Y yo les pregunto a los estoicos ¿cómo decís que se cambian los sentimientos? Porque yo, siga sus pautas o las de una psicóloga...no soy capaz y si me siento triste, siento triste.